Ayer lo dejamos con el efecto Warburg, continuamos... Otto Warburg fue un fisiólogo alemán, que presentó un trabajo llamado "El metabolismo de los tumores", donde explicaba que los tumores tenían un metabolismo distinto, basado en la glucólisis o fermentación anaeróbica, y que además una célula normal podría volverse cancerígena si trabajaba sin oxígeno debido un daño en las mitocondrias. Gracias a éste trabajo recibió el premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1931.
Hay que saber que el fenómeno de muerte celular programada o apotosis se origina en la mitocondria, de tal forma que gracias a éste mecanismo se mantiene un control o equilibrio celular, haciendo que células defectuosas o con alguna mutación desaparezcan. Pero cuando se logra anular esta función, la célula no puede autodestruirse cuando las cosas van mal, es decir en una situación donde se subsiste a pesar de la mitocondria, la célula se convierte en inmortal. Por éste motivo Warburg manifestó en su momento que el cáncer era un fallo de la mitocondria.
Por otro lado existe una molécula denominada HIF-1alfa la cual actúa como interruptor metabólico de tal forma que activa algunos genes, entre ellos el de proliferación celular, y se manifiesta principalmente en estados de hipoxia (falta de oxigeno). Es decir por un lado tenemos inhabilitada a las mitocondrias y por otro, activado el mecanismo de proliferación celular. Creo que la tragedia en ésta situación está servida. La célula puede obtener energía de la glucólisis anaeróbica a pesar de existir suficiente oxígeno. En ésta situación las necesidades de glucosa son elevadas, y cuanto mayor crecimiento mayor dependencia de la misma. Ésta forma de obtener energía, vimos que genera mucho ácido láctico, lo que provoca que el ph de la célula disminuya, éste ácido láctico finalmente es vertido al líquido extracelular con lo que en toda la zona se consigue un estado ligeramente ácido (ésto les gusta mucho a las células tumorales). Pero además en éste rápido crecimiento celular se consiguen hacerlo sin la red necesaria de capilares, lo que se traduce finalmente en una hipoxia real.
Bueno no me voy a extender en éste asunto, porque en definitiva lo que nos interesa es la dieta, pero cuando nuestra la alimentación se vuelca en la comida "basura" rica en azúcares, edulcorantes, aditivos de todas clases, grasas trans, etc,etc, corremos el riesgos de engordar y además sumir a nuestro organismo en un estado de inflamación que puede contribuir a deteriorar nuestro metabolismo de forma grave. Hemos visto como el mecanismo de resistencia a la insulina originado por los ácidos grasos y citoquinas inflamatoria puede ser el origen no solo de muchas patologías de por sí, sino también una forma de obtener energía que desplaza a la mitocondria y en lugar de emplearse el ciclo de krebs y el trasporte de electrones, se utiliza el mecanismo de la glucólisis para obtener energía. Al final, lo que debe quedar claro es que lo que comemos afecta enormemente a nuestra forma de obtener energía de los alimentos. Si obviamos el adecuado uso de las mitocondrias, todo nuestro equilibrio se rompe, y surgen problemas como la diabetes o el propio cáncer.
Nuestro cuerpo está diseñado para comer grasas, hidratos y proteínas, pero si nos volcamos en los azúcares como fuente de energía estamos impidiendo la oxidación de las grasas, y ésto es muy importante tenerlo presente por todas las consecuencias que hemos mencionado. Es importante, fomentar el uso de las mitocondrias, ¿cómo?, con una alimentación moderada en hidratos de carbono, ojo no digo nula en hidratos, con buenas fuentes de grasas y además realizar una actividad diaria constante. Esto es algo que suele obviarse. Nuestro diseño genético formado hace unos cuantos miles de años, lo hizo en base a un tipo de actividad física que poco tiene que ver con lo que hoy en día se realiza. La otra pata de la silla que nos faltaba era precisamente la actividad física. Cuando realizamos ejercicios de intensidad elevada durante 30 o 40 minutos, un día sí y el otro no, estaremos pensando que vamos por el recto camino, y que de éste modo, nuestra salud será inquebrantable, pero nada más lejos de la realidad; si pensamos que con 2 horas de ejercicio intenso semanal hemos cubierto nuestras necesidades deportivas para conseguir una vida saludable, estaremos en un auténtico error, y máxime si el resto del tiempo lo pasamos sentados en una silla en la oficina, en el asiento del coche, o finalmente en el sofá de casa mientras vemos la televisión.
No, definitivamente no. Si queremos mantener una salud adecuada, además de utilizar buenos alimentos, de realizar ayunos (¿por qué no?), y algunos entrenamientos de elevada intensidad, hemos de procurar mantenernos activos durante todo el día, ¿cómo?, pues cada uno debe hacer lo que éste en su mano..., y ésto es tan sencillo como salir a caminar, aprovechar para subir escaleras a pie en lugar de las escaleras mecánicas, levantarse con más frecuencia de la silla en la oficina con cualquier pretexto, y como no, también realizar ejercicios aeróbicos suaves y largos, disfrutando de una actividad al aire libre, porque de éste modo, lo que conseguimos son dos cosas reducir nuestros niveles de estrés, y además mantener nuestras mitocondrias desengrasadas, para que de éste modo funcionen con eficacia.
¿Por qué puedo engordar con una dieta cetogénica?, bueno se me ocurre que quizás estés comiendo más de lo que gastas, pero también es posible, que tu metabolismo se encuentre alterado, por pautas equivocadas llevadas durante muchos, muchos años. Si realizas ésta dieta, prueba a moverte más, trotar, andar, bañarte en agua fría, y realiza ayunos, de vez en cuando, de más de un día de duración. En ésta situación y con bajos hidratos forzarás nuevamente a tu cuerpo a oxidar las grasas. La dieta cetogénica es una herramienta que puede estar bien para revertir lo nefastos procesos acaecidos en tu organismo por el consumo elevado de azúcares durante años, pero una vez que consigues un bajo nivel de grasa corporal es mejor dedicarte a una alimentación paleo normal, donde de vez en cuando sorprendas a tu cuerpo con las variaciones que se te ocurran, como ayunar, volver nuevamente y durante un tiempo al estado de cetosis, hacer recargas de hidratos, días con muy poca comida y días con todo lo contrario. El azar configuró nuestro metabolismo, y la alta adaptabilidad del ser humano avala ésta idea, por tanto, lo primero que se debe hacer es conseguir un peso adecuado y luego experimentar, variar y en definitiva vivir de la forma más libre posible.
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