viernes, 29 de marzo de 2013

LA FLEXIBILIDAD METABÓLICA 2

¿Qué entiendo por flexibilidad metabólica?, la capacidad de nuestro organismo de obtener energía de los distintos macronutrientes, de tal forma que éstos pueden ser usados de forma alternativa en función de las distintas circunstancias externas. Entre los más importantes podemos encontrar: los HIDRATOS DE CARBONO y las GRASAS. En cuanto a las PROTEÍNAS podemos indicar que éstas pueden ser utilizadas para el mismo fin siempre y cuando la ausencia de las anteriores sea más o menos acusada; en ésta situación el esqueleto carbonado de los aminoácidos podrían ser utilizados para alimentar el ciclo de krebs y obtener energía, o bien ser utilizados para la síntesis de glucosa o cuerpos cetónicos.

Además de éstos dos sustratos energéticos de sobra conocidos, existen otros que pueden ser considerados de vital importancia para el hombre cuando de solventar situaciones críticas se trata, pero antes de verlos, cabe hacerse la siguiente pregunta, ¿para qué tantos "combustibles" diferentes?. El cuerpo humano puede trabajar de modo adecuado e incluso potenciando determinadas facultades en función de esas situaciones cambiantes, me explico, imaginemos que nos encontramos en un entorno (hablo del paleolítico) donde debido a inclemencias
meteorológicas, se hace muy difícil encontrar caza, ésto supone un reto para la subsistencia, pues la ausencia de comida podría suponer una muerte casi segura si ésta se mantiene en el tiempo. Además si nos imaginamos un paraje nevado con temperaturas gélidas las necesidades calóricas aumentan considerablemente, lo que no hace sino complicar aún más las cosas. Pues bien, en ésta situación el ser humano necesita obtener energía de donde sea, y no vale comerse al compañero, bueno a un enemigo de una tribu rival sí, pero bromas a parte, el recurso más accesible que le queda son los hidratos de carbono procedentes de distintas fuentes vegetales, como podrían ser frutos secos, raíces o cualquier planta comestible que pudiese ser utilizada, pero aún así la cantidad de comida ingerida sería mínima, en ésta situación de cuasi ayuno, el ser humano podría sucumbir, al no ser.... que creara CUERPOS CETÓNICOS, que vendrían derivados principalmente de su propia reserva de grasa.

   Los cuerpos cetónicos, tienen la importante función de preservar nuestra proteína muscular, algo comprensible, pues la degradación de éste tejido traería como consecuencia nuestro debilitamiento, complicando mucho más las labores de caza y disminuyendo de éste modo, las expectativas de supervivencia. Pero además de proteger nuestra musculatura, tienen otra importante función, la de suministrar un combustible de primer orden al cerebro, que no solamente tiene la finalidad de ahorrar glucosa, sino de potenciar las facultades mentales, de hecho hoy en día no es raro escuchar la frase: "el hambre agudiza el ingenio",  y ésto es así porque en situaciones de inanición no solamente nuestra musculatura ha de preservarse sino también nuestro intelecto, que juega un rol importante en situaciones críticas donde las decisiones a tomar tienen un valor crucial. Por tanto, vemos que los cuerpos cetónicos se convierten en una herramienta de primer orden para preservar nuestra supervivencia. Y ésto no es otra cosa que flexibilidad metabólica.



 El otro gran jugador de ésta partida no es otro que el ÁCIDO LÁCTICO. Sí, efectivamente, ese malvado que segrega nuestro cuerpo cuando realizamos ejercicio de alta intensidad; y ahora nos podemos preguntar ¿qué tiene que ver el ácido láctico con la supervivencia?, pues yo diría que mucho; imaginemos en ésta ocasión que salimos a cazar y precisamente otro animal de los peligrosos del por aquel entonces adopta precisamente esa misma, cuando nuestro amigo cavernícola se encuentra con su presa lo primero que hará será arrojar su peligrosa lanza, pero esta vez se queda corto y falla, ahora  de cazador pasa a desempeñar el papel de presa y no le queda otra cosa que correr, ¿cuánto? lo más rápido que pueda durante el máximo tiempo posible, en una situación así, las cantidades de ácido láctico segregado serían enormes, pero ésto en lugar de ser algo malo y nocivo se convierte en todo lo contrario, pues gracias a la producción el mismo, se puede mantener la glucólisis (* más información en el post: Acidosis generada por ejercicios intensos) y no solamente eso sino que retrasamos la acidosis (en contra de la creencia popular), logrando mantener durante más tiempo esa intensidad elevada, imprescindible para la supervivencia. Éste combustible, que es un intermediario de la vía glucolítica en ausencia de oxigeno, se convierte en un sustrato energético de primer orden no solamente para el corazón, que le hace funcionar de manera más eficiente sino también el cerebro que  puede abastecer prácticamente todas sus necesidades...

  A donde quiero llegar a parar con todo ésto, es a lo siguiente: el cuerpo humano se hace eficiente en la utilización de los sustratos energéticos en función de su uso (ciclo de Randle), es decir, si nosotros consumimos muchos hidratos de carbono, nos hacemos más eficaces en el empleo del mismo para obtener energía, si en cambio utilizamos más grasas perdemos la capacidad de manejar tan adecuadamente los hidratos en pos de éste otro sustrato, pero además existen otros dos más como acabamos de ver: los cuerpos cetónicos y el ácido láctico (dejo de lado las proteínas al no considerarla propiamente como un sustrato energético). Hoy en día el ser humano se ha convertido en un fantástico "quemador" de carbohidratos al ser principalmente el más consumido, pero lo pongo entre comillas porque la capacidad de manejo del mismo se ve desbordada por el sobre-uso que de dicho sustrato se realiza. Las grasas en cambio, al ser consideradas como algo pernicioso, se ha limitado enormemente su consumo, lo que nos ha llevado a un peor manejo de las mismas, y las consecuencias de éstas modificaciones creo que son patentes. El consumo desmesurado de hidratos impide la utilización adecuada de las grasas, lo que conlleva a que se acumulen en nuestro organismo favoreciendo la obesidad y contribuyendo al mecanismo de resistencia a la insulina, de éste modo también dejamos manejar los hidratos de carbono adecuadamente, lo que supondría un aumento desmesurado de los niveles de glucosa en sangre y forzaría al páncreas a segregar más y más insulina. Éste nefasto proceso que comenzaría primeramente como un síndrome metabólico, evolucionaría rápidamente hasta degenerar en diabetes e inclusive en cáncer..

 Pero además de habernos volcado en el consumo de carbohidratos en detrimento de las grasas, el ser humano ha dejado de pasar hambre (me refiero lógicamente al mundo occidental), y eso en lugar de ser considerado como satisfactorio, yo diría que es nefasto, ¿por qué?, simplemente porque nuestro diseño genético se conformó hace unos cuantos miles, quizás cientos de miles de años, momento donde no era sencillo conseguir alimento, lo que obligaba a funcionar con otros sustratos energéticos distintos a los habituales, pero de seguro que más eficientes, como son los cuerpos cetónicos, pero además, en aquel entonces, la lucha y la huida se convertía en algo más que cotidiano, y esa actividad como hemos visto genera mucho ácido láctico, otro sustrato que se ha dejado prácticamente de emplear, con las excepciones de los deportista que utilizan elevadas intensidades de entrenamiento. El uso adecuado de éste combustible podría ser fundamental para asegurar la supervivencia en aquellas situaciones donde se exigiese el máximo rendimiento físico. Imaginemos hoy en día, una situación donde correr al limite de nuestra capacidad fuese determinante para  vivir o morir, ¿cuánto podríamos correr?, la gran mayoría de las personas, y fruto de esa vida cómoda y sedentaria, creo que aguantaría muy poco tiempo, y cómo dije antes, el cuerpo se vuelve eficiente en el uso de los distintos sustratos en función de su uso, por tanto para poder utilizar el ácido láctico adecuadamente hay que segregarlo de vez en cuando porque de éste modo nos convertimos en eficaces con el mismo, de tal forma que podremos reciclarlo, bien convirtiéndolo en glucosa (ciclo de cori) o siendo oxidado por las fibras rojas adyacentes, o bien siendo utilizado para rellenar nuevamente el glucógeno depleciado por nuestra actividad en las fibras blancas.

  Finalizando, la flexibilidad metabólica me permite una serie de sustratos en función de esas circunstancias externas cambiantes. Hoy en día, las cosas lógicamente son como en el paleolítico, pero nuestros cuerpos siguen siendo los mismos, por tanto si queremos alcanzar el grado de adaptabilidad tan elevado como el experimentado por aquellos ancestrales hombres debemos reproducir aunque sea de modo artificial las misma pautas llevadas por ellos. ¿Ésto qué significa?, sencillamente que debemos hacer lo siguiente:

-Ayunar, o pasar períodos de tiempo con un menor consumo de calorías. De éste modo aumentamos la quema de grasas evitando que éstas puedan acumularse de manera excesiva en nuestro organismo y gracias a los cuerpos cetónicos, preservamos también nuestra musculatura.

-Cambiar con frecuencia de sustrato energético principal, es decir periodos con más consumo de hidratos (de los permitidos) que de grasas, y viceversa. Ésto es compatible con dietas cetogénicas y recarga de hidratos.

-Entrenamientos de alta intensidad, para generar una gran producción de ácido láctico, mejor en ayunas (hormona del crecimiento), seguido por otro tipo de entrenamiento más suave, para acostumbrar a nuestro organismo a reciclar ese ácido láctico acumulado.

-Periodos de sobrealimentación. Sí, ésto también debe ser parte de nuestro hábitos. Mantenerse durante mucho tiempo en una restricción calórica puede suponer una disminución de nuestro metabolismo debido principalmente a los bajos niveles de leptina secretada.

Por tanto la flexibilidad metabólica nos obliga a experimentar con cada uno de éstos apartados, al fin de mantener la adecuada plasticidad que llevó al ser humano a convertirse en uno de los seres más avezados de la naturaleza.


2 comentarios:

  1. Aunque no tiene mucho que ver con esta entrada queria plantearte un pregunta.
    Trabajo por la mañana hasta las 6 de la tarde en jornada continua.
    No desayuno al levantarme, sino que espero a desayunar a las 6 de la tarde(des-ayunar).
    He dejado de ir al gym y quiero retomarlo mañana mismo. Mi intencion es ir al gym M-X-V y S. Una hora mas o menos. Trabajo pesado con peso libre, fuerza-hipertrofia.(6RM)

    Cual seria la mejor manera?
    Habia pensado en ir al gym a las 6, despues del trabajo y en ayunas. Tomaria unos 10gr. de BCAAs sobre las 5:30 de la tarde y des-ayunar a eso de las 7:15. Luego comeria a las 10:30, siempre estilo paleo con lacteos(leche , queso yogurt. gracias a dios me sientan muy bien y me encantan)
    Me tomo medio litro de leche entera nada mas acabar el gym, para potenciar el anabolismo y recuperacion muscular, provocar subida de insulina y des-ayunar al llegar a casa, 15 minutos despues, carne, huevos y mucha verdura.

    que te parece? gracias de antemano

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  2. ¡Hola MJGP!, creo sinceramente que las pautas que estás siguiendo son las más adecuadas, de hecho pienso que difícilmente se podría hacer mejor. Lo único te diría, que tampoco tienes porqué inducir una rápida subida de la insulina nada más terminar, pero el medio litro de leche entera lo veo mejor que si fuese desnatada.

    En ésa comida de des-ayuno, debes introducir la mayoría de las calorías que puedas y en la siguiente que realizas a las 10:30 que sea para complementarla. Te aseguro que si te mantienes firme con éste planteamiento los resultados que vas a conseguir son espectaculares, de hecho, lo que yo hago difiere muy poco de éste planteamiento.

    ¡Un saludo!

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