jueves, 31 de enero de 2013

PUNTOS CRÍTICOS DE LA PALEODIETA V


Y con la introducción del post anterior creo que nos encontramos en disposición de responder a la pregunta de: ¿CUÁNTAS VECES HE DE COMER AL DÍA?

  Bien pues volvamos a nuestros grupos: PS y PSA.

Respuesta para el grupo PS. Éste como ya hemos indicado en otras ocasiones es el grupo privilegiado, y en realidad la respuesta puede ser 1, 2 incluso 3 veces. Ellos, que se encuentran seguramente con niveles bajos en grasa, con casi toda probabilidad su equilibrio hormonal esté casi bien orquestado, por lo tanto y después de ese periodo necesario de adaptación que éste reencuentro con la ancestral forma de alimentarse conlleva, serán sus propias hormonas las que indiquen cuándo y cuánto comer, pues ellas trabajando de manera acorde pueden responder de las auténticas necesidades energética que el cuerpo en función de su actividad realmente demanda. Por lo tanto lo que ellas decidan

Respuesta para el grupo PSA. Bien aquí tenemos un pequeño problema, pero que puede ser definido, no por los kilos que nos sobran, sino por el mayor o menor desequilibrio hormonal que mi cuerpo presenta. En éste grupo la táctica es distinta, de momento las funciones de nuestro sistema hormonal han de ser llevadas a cabo primeramente por nuestra voluntad (sin voluntad no vamos a ningún sitio), que ha de disciplinar todo el proceso, y en segundo lugar, y como ya he manifestado en otras ocasiones, por nuestros CUERPOS CETÓNICOS, ellos tienen la capacidad de ayudarnos de manera inestimable en la pérdida de grasa ¿cómo? primeramente protegiendo algo fundamental a la hora de perder grasa, y es nuestro MUSCULO, éste extremo es primordial, si nuestra musculatura se reduce con nuestro tejido adiposo, implicará finalmente una disminución de nuestro metabolismo basal, lo que significa que tarde o temprano nuestra perdida de grasa se detendrá en un punto intermedio antes de haber llegado a restaurar ese desequilibrio hormonal. Pero por otro lado, la ayuda que nos brindan nuestros cuerpos cetónicos está referida a esa capacidad de quitarnos el hambre, lo que ayudará enormemente en todo éste proceso.

  ¿Cómo conseguimos generar éstos cuerpos cetónicos? Bien, la respuesta se basa en tres apartados esenciales:

   -Comida rica en grasa, moderada en proteínas y baja en hidratos. (ya visto en el primer post).
   -Práctica regular e indispensable de una series de ejercicios físicos diseñados para movilizar las reservas de tejido adiposo (tema del siguiente post).
   -Implementar ayunos intermitentes intercalados con periodos de comidas en horas concretas.

  El primer punto ya fue definido, el segundo es tema del siguiente post, y el último que nos queda es el que vamos a tratar de dilucidar.

 Hay que tomar conciencia de una cosa y es que tenemos que permitir que la grasa pueda ser utilizada para obtener energía, para ello el ambiente hormonal propicio es fundamental para no realizar esfuerzos baldíos. Y hoy por hoy, con niveles altos de glucosa e insulina ésto se hace realmente difícil. Por tanto, a parte de nuestra dieta (ya hablamos de ella), hemos de procurar aguantar el máximo tiempo posible sin ingerir alimentos, no hablo de ayunos dilatados de días sino de algunas unas horas, que con el tiempo y sin esfuerzo se irán alargando, de éste modo los niveles de glucosa e insulina irán progresivamente disminuyendo, permitiendo de ese modo, que podamos utilizar nuestro tejido adiposo para la obtención de energía.

  Para empezar podríamos realizar ayunos los LUNES, MIÉRCOLES Y VIERNES (por ejemplo), en éstos días intentaríamos no desayunar, pero además si somos capaces de realizar en dicho periodo un entrenamiento maximizaremos la perdida de grasa. Si por motivos laborales no podemos realizar el entrenamiento, modificamos éste esquema y desayunaríamos a primera hora e intentaríamos no comer nada hasta después de haber entrenado, duro, ¿verdad? no queda más remedio. Hemos de pensar que todo el proceso que nos ha llevado a tener algunos o muchos kilos de más ha de ser revertido, y eso significa que toda esa grasa ha de ser OXIDADA, míralo como quieras, pero no existen otras alternativas, por tanto cuanta más horas pasemos sin comer más será la grasa oxidada, éste proceso puede durar mucho tiempo, quizás años, por lo tanto hay que se objetivos y realistas, NO TENEMOS PRISA, y lo que hoy comienza siendo duro, al cabo del tiempo se convierte en un sistema fácil de seguir, por tanto hay que ser persuasivo y aguantar ese periodo inicial.

  Seguramente nos digan que nuestro metabolismo se va a resentir por saltarse comidas, que si no es bueno para la salud, y otras series de historias, no hagáis caso, tus genes no se escribieron en los últimos 50 años, llevó mucho más tiempo, de hecho unos cuantos cientos de miles de años o más, y esos genes desde entonces no se han modificado prácticamente. Si te comportas acorde a lo que ellos dictan estarás en el camino adecuado, pero si por diferentes motivos intentas redefinirlos, las consecuencias creo que son de sobra conocidas.

  Así pues, y volviendo al tema de los ayunos, creo ciertamente que es la mejor estrategia encaminada a consumir tu tejido adiposo, por lo tanto, encontrar una ventana lo más amplia posible sin comida dentro de un mismo día te ayudará a lograr esos fines de forma más efectiva. Cuando te encuentres adaptado a los ayunos en los días mencionados, intenta aumentarlo a los MARTES Y JUEVES, de éste modo ya tendremos cubiertos 5 de los 7 días de la semana. Ésta es de hecho la estrategia que empecé hace más de un año, y con la que continúo a pesar de haber logrado los objetivos inicialmente planteados, pero encuentro que éste sistema encaja perfectamente no solamente con mi metabolismo, sino también con la planificación diaria de vida.

  En mi caso concreto, la última comida finaliza sobre las 21:00 horas,  momento en el que dejo de consumir alimentos hasta después del entrenamiento del día siguiente, más o menos entre las 16:30 y las 17:00 horas, es decir concentro toda la ingesta de alimentos en esa franja de apenas 5 horas, haciendo coincidir la mayor cantidad de comida justamente con la finalización de la actividad deportiva, complementándolo progresivamente hasta quedar totalmente satisfecho sobre la hora indicada.

   Cada uno debe adaptar éstos periodos de ayuno a las particularidades de su vida, para de éste modo hacerlo más llevadero, pero hemos de ser consciente que nuestro tejido adiposo solo desaparecerá cuando seamos capaces de oxidarlo en las mitocondrias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario