viernes, 9 de noviembre de 2012

LO QUE NO ME MATA ME HACE MAS FUERTE

 Ésta frase con la que inicio el presente post, es harto repetida, pero en realidad encierra una gran verdad. Cuando sometemos a un organismo a una situación estresante, se desencadenan una serie de reacciones fisiológicas, tendentes a mejorarlo, para que, en caso de volver a repetirse,  se encuentre en una mejor predisposición para poder soportarlo adecuadamente.
  
   Éste mecanismo se le conoce con el nombre de HORMESIS, que podemos definir como un fenómeno de respuesta, caracterizadas por estimulación a baja dosis e inhibición a altas. Significa ésto, que el organismo va a ofrecer una respuesta adaptativa ante un estimulo de baja potencia, pero en caso de ser al revés,es decir un estímulo potente, puede producir una respuesta contraproducente, (lo que no me mata me hace más fuerte). Y éste es el principio que parece presidir en la gran mayoría de los seres vivos. Hemos de buscar esa baja estimulación, para provocar una respuesta adaptativa que nos mejore. El problema puede radicar en saber, cuando es mucho, o cuando el estímulo puede ser insuficiente; pero no solamente hay que hablar de la cantidad sino también hay que tener en cuenta el factor temporal, es decir cuando puedo volver a someter el cuerpo a un nuevo estimulo para que se siga produciendo esas adaptaciones positivas, y no provoquemos una sobreestimulación (estrés crónico) de efectos perniciosos de sobra conocidos.

  Por ésta regla de tres, y en sentido inverso, cuando un organismo no recibe ningún tipo de estimulación que le incite a esa mejoría, el cuerpo se comportará en justamente de manera opuesta, y ante la ausencia de adaptación se producirá una DESCOMPENSACIÓN (Que podríamos definir con: EL USO FORTALECE Y EL DESUSO DEBILITA) Es decir, ante una estimulación se producirá una serie de respuestas tendentes a mejorarnos, pero cuando por cualquier motivo (por ejemplo en nuestra sociedad moderna) no existe ningún estimulo positivo, el cuerpo reaccionará con una respuesta a la baja.  Ésto es muy importante, porque queramoslo o no, estamos obligados a la actividad, a la estimulación, a la mejoría. Y en éste contexto es donde realmente la frase de NIETZSCHE, "lo que no nos mata, nos hace más fuerte", toma su sentido más amplio, pues siempre hemos pensado en ella, como que un estimulo bajo nos fortalece, y que uno muy alto puede matarnos, pero nos queda una cara del prisma: la ausencia de estimulo también nos puede matar. 

   Cuando el Ser Humano, no tiene ninguna necesidad de repararse, ni regenerarse, pues no se ha producido ningún estimulo, que afecte en éste sentido, el único camino que queda es la degradación. Es decir, si el cuerpo, no realiza un esfuerzo por mejorarse, se producirá el efecto contrario. Ésto es importantísimo, pues una vez dejado atrás el periodo natural de crecimiento cerca de los 21 años de edad (lamentablemente en muchos casos la degradación comienza mucho antes), si no se realiza una estimulación progresiva y constante, el cuerpo no tendrá ninguna necesidad de ir más allá, y como la estabilidad en realidad no existe, aunque pensemos lo contrario, el camino que queda es una recesión de nuestro estatus orgánico. 

  Con todo lo anterior, el único camino posible que queda para el hombre, es siempre el de la actividad, el de la mejora..., en definitiva la supervivencia, que es una adaptación constante ante la diversidad de estímulos que nos afectan a lo largo de nuestra existencia. Esa capacidad de adaptación, en el panorama actual, inundado de comodidades y ambientes estériles podría significar una falta de situaciones estimulantes, que podría derivar en una progresiva y lamentable decadencia.

  La única solución ante éste panorama, es promover dichas situaciones, aunque sea de manera deliberada. Por ello, siempre hemos de someter a nuestro cuerpo a distintos tipos de situaciones estresantes con el único fin de trabajar en nuestra mejora. No existe el termino medio, si no actuamos de éste modo, el proceso, como ya hemos visto, se desencadena de manera inversa.

  ¿Qué situaciones, pueden representar un estímulo positivo?, dentro de la multitud de situaciones que pueden suponer un "ligero perjuicio" encontramos: el ejercicio, que debe formar una parte fundamental de nuestra existencia, con él lograremos una mayor capacidad y una mayor resistencia física.  Después de una sesión intensa de entrenamiento se produce una serie de alteración orgánicas, con un aumento de marcadores inflamatorios, del estrés oxidativo, y del cortisol, además nuestros músculos también sufrirían de una serie de microrroturas. Todo éstos daños, son los que producen una respuestas adaptativa, para evitar que en una siguiente sesión de entrenamiento ocurra lo mismo. Pero no solamente hemos de enfocar las adaptaciones al plano atlético, el ser humano, es un ente complejo que no solamente dispone de sus habilidades físicas. Hemos de potenciar todas las facetas posibles que determinan al hombre.  Por ejemplo, pasar periodos de ayunos, también suponen una respuesta adaptativa, al ser considerado como un factor de estrés, donde se podrían obtener beneficios adicionales para nuestra salud. También las plantas parecen producir éstas respuestas adaptativas a nuestro cuerpo; ellas poseen una serie de sustancia que son conocidos como fitoquímicos, ( los pigmentos vegetales que le dan su color característico) que no es otra cosa que sustancias creadas por las propias plantas con el fin de hacerlas TOXICAS para los insectos y animales, y así asegurar su supervivencia. Podemos considerarlos como pesticidas naturales. Éstos fitoquímicos (polifenoles), van a producir una pequeña irritación, que provocará una respuesta adaptativa compensatoria en nuestro cuerpo. Una pequeña dosis de éstos polifenoles, pueden ejercer un efecto positivo, pero una cantidad muy grande podría causarnos los mismos problemas que para sus auténticos destinatarios. También el agua fría, produce un mecanismo de hormesis, aumentando nuestra inmunidad antitumoral. Otro ejemplo de hormesis puede ser la exposición a la luz solar, una pequeña dosis produce nuestra adaptación, aumentando la producción de vitamina D, bronceando nuestra piel  reduciendo así la posibilidad de cáncer de piel. Un exceso, como todos sabemos produce el efecto contrario. También en ésta misma linea, la exposición a radiaciones ionizantes de baja potencia, parece ejercer ese mismo efecto positivo en el organismo.

  En general, podemos obtener muchos beneficios por el sometimiento de nuestro organismo a situaciones estresantes de baja intensidad. En éste mismo sentido, el uso de antioxidantes, parece ir en contra de los procesos de hormesis del propio organismo, pues es en realidad el estrés oxidativo es lo que produce nuestra adaptación. Su uso, parece que podría detener ésta capacidad, lo que a la larga se traduciría en una menor respuesta compensatoria.
 
    Quien podría estar detrás de todo éste mecanismo de hormesis es un factor de transcripción, conocido como NFR2, que una vez activado expresa una serie de genes que están implicados en la defensas antioxidantes, en la protección celular, desintoxicación, etc. Es decir, el ejercicio, el ayuno, las radiaciones, el agua fría, etc, provocan la activación de dicho factor de transcripción.  Teniendo en cuenta todo lo expresado, nosotros decidimos hacia donde queremos enfocar nuestra existencia; son dos los únicos caminos posibles, porque en realidad aquí, como ya hemos visto, el termino medio no existe

  






No hay comentarios:

Publicar un comentario